APRENDER, DESAPRENDER Y REAPRENDER EN EL AULA

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Docente reflexivo


Lograr que los estudiantes aprendan, desaprendan y reaprendan desde su autonomía, coloca al docente en un papel que si bien no es protagónico dentro del proceso, sí es fundamental para que los alumnos logren desarrollar estas habilidades que derivarán en lo que se conoce como aprender a aprender. 

El docente asumirá un rol de facilitador, en el que guiará a sus alumnos en su proceso de aprendizaje, pero tambien en el desaprendizaje y el reaprendizaje. Algunos ejemplos que puede llevar a cabo el docente en sus clases son las siguientes:


  • Dividir a los alumnos en equipos, proponer una situación problema con la que estén familiarizados o bien, crear una, por ejemplo "necesitamos hacer un huerto en la escuela, ¿cómo lo hacemos?", a partir de esta problemática o situación a resolver lo primero que se debe preguntar es ¿qué necesitamos saber o hacer para lograrlo?, a partir de las respuestas se va tejiendo un camino de estudio en el que los equipos irán conduciendo su propio proceso de aprendizaje. Al finalizar los equipos comparten cómo fueron armando su investigación y los pasos que proponen a seguir para entre todo elegir una de las formas presentadas. En este punto, pudieramos pensar que ver el huerto terminado es el final del proceso, pero, y si al terminar, planteamos las preguntas ¿cuáles son las ventajas o desventajas de nuestro huerto?, ¿cómo lo mejoramos?, o bien, llevamos al aula a un experto en agricultura urbana, horticultura y manejo ecológico de huertos, los enfrentaremos a replantearse si lo que han aprendido es suficiente, verdadero y si seguirá vigente en el futuro, entonces redefinimos, que si bien logramos el cometido inicial, queda abierta la posibiliad de aprender más y de que incluso, lo que aprendieron, deba modificarse o sustituirse por completo.
  • Otra estrategia es confrontar a los alumnos con información que en su momento fue considerada verdadera y que con el tiempo se ha modificado o erradicado y hacer juegos de roles. Por ejemplo, un equipo será los que sostienen que la Tierra es plana y otro quienes consideran que la Tierra es redonda, situados en la época, con los conocimientos y creencias que en ese momento se tenían, deberán argumentar sus afirmaciones y ser convincentes. La reflexión final será que no hay verdaderas absolutas y que será el tiempo y los nuevos descubrimientos que se vayan realizando, los que nos demostrarán si estábamos en un error o no.
  • Existe una película de dibujos animados que se llama "La familia del futuro", paralelo al tema central que es la aceptación de la familia, el protagonista, en su propósito de crear un nuevo invento, tiene muchos intentos fallidos. Como es de suponerse, el error es tomado desde una perspectiva negativa, hasta que se topa con personas que se lo celebran y lo motivan diciéndole, que "cada vez que se equivoca, está mucho más cerca de lograrlo". Ver esta película con los estudiantes, analizar la importancia de aprender de los errores y de tomarlos como motivación para continuar aprendiendo lo que no se debe hacer o lo que no es, no sólo los motivará a innovar o crear sin miedo al error, sino que sabrán utilizarlo como punto de partida, para desaprender y reaprender nuevas formas de acción y de pensamiento.
  • Acompañando a la estrategia anterior, ofrecer retroalimentación a los alumnos, o mejor aún, propiciar dinámicas de co evaluación dentro de aula, ofrecerá a los estudiantes la posibilidad de escuchar nuevas maneras de abordar una explicación o de resolver un problema, una perspectiva diferente de entendimiento y reflexiones más profundas sobre su propio procedes. Es por ello que más que una estrategia, la coevaluación es una práctica que debe ser rutinaria dentro del aula.
  • La metacognición a través de la estrategia de la Bitácora de Col, también es una excelente propuesta para trabajar en el aula. Al término de cada proceso, el alumno reflexiona sobre lo sucedido a través de 3 preguntas ¿qué pasó?, ¿qué aprendí?, ¿qué sentí?, hasta este punto se reflexiona sobre el propio aprendizaje, pero también se puede reflexionar sobre los procesos, agregando preguntas como ¿qué hice?, ¿cómo lo hice?, y finalmente reflexiones sobre ¿tendrá sentido continuar haciéndolo igual? ¿qué puedo modificar?

Estos son sólo algunos ejemplos o recomendaciones para enseñar a los niños a aprender, desaprender y reaprender constantemente hasta volverlo un proceso habitual, pero hay algo que debemos entender antes de echar a andar cualquiera estrategia didáctica y es ¿qué tant el docente está abierto o dispuesto al mismo proceso? En el siguiente enlace se puede reflexionar como aprender, desaprender y reaprender no comprende sólo lo que se hace en aula, sino también lo que comprende al docente, a la escuela, a las familias y a todo el sistema educativo en general.








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